Con la compra de Warner Bros y HBO por parte de Netflix, el panorama del streaming cambia de nivel. El líder en número de suscriptores se queda también con buena parte de las historias que han definido la televisión de las últimas décadas. Pero también absorbe una filosofía de producción que siempre fue la antítesis de la suya: donde HBO apostaba por el riesgo creativo y la paciencia, Netflix va al volumen y al algoritmo. Y en medio de todo esto está Apple, con un Apple TV que llevaba cinco años intentando hacerse un hueco muy concreto y muy cercano a HBO.
La venta se ha valorado en unos 82.700 millones de dólares de valor empresa y agrupa bajo el mismo techo el catálogo de Warner, las producciones de HBO y los estudios que hay detrás de todo ello. Es decir: Friends, Los Soprano, Juego de tronos, Harry Potter, el universo DC y un larguísimo etcétera pasan a formar parte del mismo grupo al que ya pertenecen Stranger Things, El juego del calamar o Miércoles.
¿Qué significa esto para Apple TV? Porque hasta ahora Apple miraba de reojo a Netflix por un lado y a HBO por otro. A partir de ahora, ambos van juntos, y eso complica mucho la ecuación.
El fin del modelo «Netflix por cantidad, HBO por calidad»
Durante años, muchos teníamos una diferenciación bastante clara en la cabeza: Netflix era la plataforma de «hay de todo»: mucho contenido, estrenos semanales, algunas producciones muy buenas… pero sobre todo mucho relleno. HBO, en cambio, se asociaba con esa idea de «si está aquí, probablemente merezca la pena», aunque el catálogo fuese mucho más pequeño.
Y es aquí donde Apple TV se movía cerca de ese segundo modelo: pocas series, muy cuidadas, con una identidad visual y narrativa muy marcada. Ese reparto permitía que Apple encontrase su lugar. Podías tener Netflix para el «buffet» y dejar Apple TV o HBO como esos sitios a los que vas cuando quieres ver algo más trabajado.
Con la compra de Warner y HBO por parte de Netflix, ese equilibrio desaparece. El espectador ya no se enfrenta a cantidad vs. calidad, sino a un único servicio que promete las dos cosas a la vez. O al menos en teoría, porque fusionar dos modelos tan opuestos puede acabar diluyendo precisamente lo que hacía especial al catálogo de HBO. Para Apple TV, esto es un problema: deja de competir contra dos jugadores diferentes y pasa a hacerlo contra uno solo que se ha quedado con casi todo el tablero.
La parte negativa: Apple TV arrinconada
Trasladando esto a la economía doméstica, una familia que quiera recortar gastos en suscripciones se encontrará con un escenario muy polarizado:
Por un lado, un servicio «imprescindible» que agrupa Netflix, HBO y Warner, cubriendo todas las bases: novedades constantes, catálogo histórico y cine. Por otro, plataformas como Apple TV, Prime Video o Disney+ peleando por ser el único «extra» que se añade a la factura… si el presupuesto lo permite.
Si Netflix ya era el líder, ahora juega en otra liga. Aquí ya no va de competir contra Netflix, sino de sobrevivir como la segunda (o tercera) opción preferida. Apple TV ya tenía menos volumen que Netflix; con HBO y Warner sumados en la competencia, esa brecha de contenido se vuelve insalvable.
El largo plazo: la ventana que se abre para Apple
La oportunidad llega precisamente por ahí. Si el sello HBO se difumina dentro de un catálogo inmenso, Apple TV puede convertirse en la nueva HBO. El problema de fondo es un choque de filosofías: HBO siempre se caracterizó por la calidad, el riesgo y la «artesanía» audiovisual, sin importar si la serie era un éxito masivo inmediato o no. Netflix, en cambio, opera bajo una política opuesta: busca volumen, lanza temporadas completas de golpe y cancela rápido si el algoritmo no responde.
Si esta absorción implica que se «corten las alas» a la libertad creativa de HBO para ir a lo seguro y barato, Apple TV queda automáticamente como el único refugio para esa televisión de autor. Esta es la estrategia de Apple TV y la que les funciona a su escala. Cada producción tiene un nivel técnico muy alto, todo está en 4K y no hay sensación de relleno cuando entras a buscar qué ver.
La otra pieza clave es el precio. La compra de Warner y HBO por más de 80.000 millones de dólares deja una factura muy alta que los suscriptores van a pagar. Netflix tiene un historial muy largo de subidas de precios, y esta fusión seguramente traiga otra más.
Con esta evolución de precios en Netflix, no es difícil pensar que acabemos viendo una cuota cercana a los 30 euros.
Es pronto para saberlo. Ni siquiera sabemos si todo pasará a formar parte de la app de Netflix o mantendrán las dos plataformas independientes y crearán un bundle de 1+1. Pero esta nueva Netflix podría llegar a tener un precio de 30 euros viendo que ahora el plan actual más alto ronda los 20 euros. Es aquí donde Apple tiene un salvoconducto: mantener Apple TV en una franja más baja y, sobre todo, reforzar Apple One.
En ese escenario, la pregunta deja de ser «¿qué servicio tiene más series?» y pasa a ser «¿de verdad voy a pagar 30 euros cada mes por ver películas y series?». Ahí Apple juega con ventaja: TV no vive solo, viene de la mano de iCloud, Apple Music, Arcade y el resto del paquete. Aunque el usuario solo vea dos o tres series al año, puede sentir que la cuenta sale a favor.
Y por separado, Apple TV tiene un precio ahora mismo de 9,99 euros al mes. Esto son 120 euros al año frente a los 360 euros al año que podría costar Netflix con HBO si crean una hipotética cuota de 30 euros al mes.
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Plan con anuncios (HD) |
Plan sin anuncios (HD/4K) |
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Netflix |
Estándar con anuncios: 6,99 euros |
HD: 13,99 euros 4K: 19,99 euros |
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HBO |
Estándar con anuncios: 6,99 euros |
HD: 10,99 euros 4K: 15,99 euros |
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Disney+ |
Estándar con anuncios: 6,99 euros |
HD: 10,99 euros 4K: 15,99 euros |
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Amazon Prime |
Estándar con anuncios: 4,99 euros |
4K Sin anuncios: +1,99 euros |
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APPLE TV |
– |
4K 9,99 euros |
Lo que queda claro es que con esta compra de Netflix, para Apple el objetivo no es ganar en número de títulos, sino en percepción de valor. Por un lado, ir a precio cuando alguien considere la factura de Netflix + Warner + HBO demasiado alta y convierta a Apple en una opción. O también ser la primera y mantener al usuario aferrado gracias a Apple One.
Una tercera opción sería que todo siguiese como hasta ahora, sabiendo que no serán los número uno ni dos, pero con un contenido del que estén orgullosos y que las personas realmente valoren. Al fin y al cabo, somos muchas personas en el mundo y no todas querrán quedarse solo con un servicio de streaming.
El panorama para Apple TV se complica, sí. La combinación de Netflix con Warner y HBO hace que competir por catálogo sea directamente imposible. Pero también deja un hueco: el de la plataforma que se toma el tiempo de elegir qué estrena, que arriesga como lo hacía HBO antes de esta compra, aunque eso suponga renunciar a la avalancha constante.
Si Apple decide de verdad ocupar ese espacio, la peor noticia del año para su división de vídeo puede acabar siendo, con el tiempo, la excusa perfecta para afinar lo que ya llevaba tiempo queriendo ser. La alternativa de autor, ahora que el cocinero estrella Michelin del streaming está en manos de quien prefería los buffets industriales.
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La noticia
Netflix compra HBO y crea un monstruo del streaming. Para Apple TV es un problema, pero también su mayor oportunidad
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Guille Lomener
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